Nueva
York, 30 ene (EFE).- Jennifer Lopez afirmó hoy que todavía es demasiado
pronto para pensar en pasar de nuevo por el altar ya que su noviazgo
con el joven bailarín Casper Smart todavía está demasiado "fresco".
"No lo sé, no lo sé. No es el momento de pensar en
eso. Todavía está muy fresco", afirmó hoy en una entrevista con la
cadena de televisión NBC la diva de origen puertorriqueño, de 42 años,
que se separó de Marc Anthony hace apenas seis meses.
Lopez evitó hablar de nuevo sobre los motivos de
su separación porque "todo lo que tenía que decir" al respecto ya lo
dijo en su momento en una entrevista a una revista y ambos acordaron no
hablar otra vez porque es su vida privada y, además, "están los niños",
en referencia a sus dos hijos, Max y Emme.
"Marc y yo éramos amigos antes de casarnos. Fuimos
amigos durante años y siempre nos querremos", reiteró sobre Marc
Anthony, de q
uien se separó el año pasado tras siete años de matrimonio.
La intérprete de sonados éxitos como "Jenny from
the Block" y el más reciente "On the floor" recordó también que siempre
trabajó con él y por eso se mostró extrañada de que la gente no entienda
por qué siguen siendo socios en "¡Q'Viva! The Chosen".
Se trata de su último proyecto juntos, un nuevo
programa de televisión estrenado este fin de semana en la cadena
Univision, que busca talentos musicales latinos para, según dijo,
mostrar "la diversidad cultural" de América Latina.
"Siempre hemos trabajado juntos así que no era
algo extraño que siguiéramos haciéndolo", indicó la diva de origen
boricua, quien aseguró que Marc Anthony estará "siempre" presente en su
vida.
En todo caso, reconoció que como socios también
tienen sus más y sus menos y aunque para muchos lo fácil habría sido
romper también sus compromisos profesionales, al final hay "gran amor",
tienen una familia y les encanta el proyecto.
Sobre sus hijos, dijo que son privilegiados por el
mundo que les ha tocado vivir, pero aclaró que intenta educarlos con
los mismos valores que ella recibió en el seno de una familia
puertorriqueña del barrio del Bronx y de clase media trabajadora.
"Intento darles lo mismo que me dieron a mí, pero
en una casa más grande. Que crezcan en familia, con sus primos y sus
tías, que coman la misma comida que yo, todo lo bueno de haber crecido
como una puertorriqueña del Bronx", añadió.
En el futuro, confió en que los gemelos, que
cumplirán cuatro años en un mes, recuerden su infancia como un momento
feliz, en el que sintieron queridos y que ganaron la confianza
suficiente para hacer todo lo que se propongan y cumplir sus sueños. EFE
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